Durante el encuentro semanal de la ASEAN en Manila ha surgido el tema del liderazgo de Rusia o, más bien, ha quedado claro que, después del deterioro de las relaciones entre Moscú y Occidente en 2014, han mejorado las relaciones del país eslavo con Oriente, opina Dmitri Kósirev, columnista de Sputnik.
Fracaso de EEUU
El tema de Corea del Norte parece haberse convertido en la única razón por la que el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, ha acudido a la cumbre de la ASEAN, señala el autor. El jefe de la diplomacia estadounidense llegó con el objetivo de ‘aislar’ a Corea del Norte.
El periodista observa que el ministro de Asuntos Exteriores de Corea del Norte, Ri Yong-ho, celebró reuniones —poco frecuentes en nuestros días— con sus homólogos de China, Corea del Sur y Rusia. «Tillerson, según varias fuentes, trató de evitar incluso encuentros casuales con Ri Yong-ho y, de esta manera, aisló al menos a Corea del Norte», añade Kósirev.
Mientras tanto, en Manila, por primera vez en nueve años tras el fracaso de las conversaciones a seis bandas sobre Corea, se discutió activamente la idea de su renovación.
Además, durante el encuentro de la ASEAN se supo que el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, llamó a Donald Trump para decir que su país se opone firmemente a cualquier acción militar contra Pyongyang y que se puede arreglar la situación solo a través de los canales diplomáticos.
«Pero Tillerson no se centró en la diplomacia en Manila. Entonces, queda por preguntar: ¿para qué ha venido usted? ¿Qué quería?», escribe el autor.
Al mismo tiempo, el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, se pronunció a favor del fortalecimiento de la asociación comercial regional integral (con China) y recordó que una idea similar respecto a EEUU había sido enterrada por Trump.
«El proteccionismo y las sanciones siempre tienen que ver con EEUU. Cuando Duterte se opone a esta política, resulta que automáticamente vuelve a ofender a los estadounidenses», señala el columnista.
Acercamiento de Rusia y Oriente
En el contexto de la ausencia de política de EEUU en la región (excepto el mantenimiento de los puntos de tensión) se nota que Rusia sí que tiene claro el enfoque de acercamiento con los países de la ASEAN. Además, el rechazo del grupo de unirse a las sanciones contra el país eslavo tras el 2014 contribuyó a que las partes se acercaran, opina Kósirev.
A modo de ejemplo, el autor menciona la iniciativa ruso-indonesia sobre el tema principal de la próxima Cumbre de Asia Oriental, que se celebrará en noviembre también en Manila. Cuando Moscú y Yakarta propusieron el tema de evitar la propagación de la ideología terrorista, todos los demás estuvieron de acuerdo.
«De hecho, esto es lógico. ¿Qué potencia mundial realizó importantes ataques destructivos para derrotar a Daesh y salvó a una Siria casi aniquilada por los terroristas? No fue EEUU ni China. Moscú tiene un claro derecho moral de erigirse en líder para sacar conclusiones de esta guerra. Sin embargo, si EEUU mostrara este liderazgo ideológico, es poco probable que alguien estuviera en contra. Pero EEUU está ocupado con sus propios problemas», analiza el columnista.
Además, el autor señala que, después de Manila, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, también visitará Indonesia y Tailandia, porque en los últimos años se han logrado ciertos éxitos de la cooperación entre Rusia y estos países. La ‘crisis del petróleo’ del 2014 y las sanciones, de hecho, contribuyeron al desarrollo de las relaciones. Este año, el comercio con Tailandia aumentó en un 41% en comparación con el año pasado, los viajes turísticos al país asiático crecieron más del 44%, el intercambio comercial con Indonesia creció un 15%. Paralelamente, se está discutiendo una gran cantidad de nuevos planes sobre cómo mantener esta buena tendencia, concluye Kósirev.
SPUTNIK