Más de 29.000 personas se han visto afectadas en Japón desde finales de junio por un brote de fiebre aftosa humana que los expertos advierten que podría extenderse a niveles de 2011, cuando el país experimentó la mayor incidencia de esta enfermedad en una década.
En la semana del 3 al 9 de julio, a la que corresponden los últimos datos disponibles, se detectaron 18.100 nuevos casos de esta enfermedad en unos 3.000 centros médicos del archipiélago nipón, 7.000 más que la semana anterior, confirmó hoy a Efe un portavoz del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Japón (NIID).
EFE