La Corte Suprema de Justicia amparó el derecho fundamental al debido proceso de la Fundación Botánica y Zoológica de Barranquilla, al dejar sin efectos el fallo que le concedió un Hábeas corpus al oso de anteojos que fue trasladado a ese centro de conservación en junio, proveniente de Manizales.
La Fundación presentó una acción de tutela contra la sentencia proferida por la Corte el pasado 26 de julio, al considerar que violaba los derechos fundamentales al debido proceso y a la defensa, así como el principio de legalidad.
Acogiendo los planteamientos de la Fundación, la Sala Laboral de dicho tribunal concluyó que: “las autoridades judiciales involucradas incurrieron, por un lado, en defecto sustantivo o material, en tanto sus decisiones al interior de la acción constitucional de Hábeas Corpus tuvieron como fundamento normas que no resultaban aplicables, al punto que reconocieron efectos distintos a los expresamente señalados por el legislador y, (…), en defecto procedimental absoluto, pues desconocieron las formas propias de cada juicio, como quiera que otorgaron un trámite que es completamente ajeno al que corresponde”.
En días pasados, representantes de la Fundación se habían reunido en dos oportunidades con las autoridades ambientales y los actores involucrados en el traslado del oso de anteojos -CORPOCALDAS, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Parques Nacionales Naturales y Aguas de Manizales-, con el fin de acordar y disponer el mejor destino para el animal, el cual, por conclusión unánime, seguía siendo el Zoológico de Barranquilla.
Farah Ajami, Directora Ejecutiva de la Fundación, recibió con alegría el fallo de la Corte Suprema de Justicia y agradeció a todas las personas que trabajaron y se pronunciaron en defensa del bienestar del oso: “El Zoológico seguirá esforzándose por brindar al ejemplar las mejores condiciones de bienestar, de la misma manera que lo hace con los demás animales, en su mayoría nativos, que albergamos”.
El animal
El oso de anteojos nació en cautiverio en la Reserva Natural La Planada (Nariño) y fue trasladado a los cuatro años de edad a la Reserva Forestal Protectora Río Blanco en Manizales, donde, de acuerdo con el concepto técnico de la autoridad ambiental CORPOCALDAS, se decidió su traslado a Barranquilla, con el fin de mejorar su calidad de vida y potenciar el valor para la conservación de la especie, a través de iniciativas de educación.
Su estadía en el Zoológico
El animal llegó a Barranquilla a mediados de junio de 2017 y desde entonces se ha adaptado favorablemente a las condiciones climáticas, nutricionales y veterinarias del Zoológico. Además, ha respondido exitosamente al acercamiento con la osa que habita en este centro de conservación desde 1999.
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