Con la muerte del Rodrigo Valdés, ‘Rocky’ o ‘La Fiera’, como lo quiera llamar, se va uno de las más grandes deportistas del país en todos los tiempos, sus logros así lo dicen, sus batallas ante los grandes del momento en una época donde en la división de peso medio estaban unos verdaderos monstruos.
Valdes inicia su carrera en 1963 venciendo al hoy encopetado entrenador, Orlando Pineda, venciéndolo por puntos, hilando luego ocho triunfos hasta cuando en Barranquilla es derrotado por nocaut, el único de su carrera, ante el bogotano, Juan Escobar. Luego de esa derrota aparece en su vida, Melanio Porto Ariza, uno de los grandes periodistas cartageneros y se encarga de su carrera, llevándolo a Nueva York y poniéndolo en manos de Gil Clancy como apoderado y el cubano Chino Gobin como entrenador.
En la ‘Gran Manzana’, Valdés se mete en el cariño de los grandes como Emille Griffith y logra importantes triunfos hasta cuando llega Peter Toro y lo para por decisión de los jueces, pelea de nuevo, gana, pero Ralfp Palladín lo vence y regresa a Cartagena con una afección hepática que lo metió contra las cuerdas a punto de terminar su carrera.
En junio de 1971 regresa a Nueva York a enfrentar al brasileño, Edmundo Leite, de ahí es cuando llega la parte fuerte de su carrera que lo lleva a una pelea por el título NABF ante, Benie Briscoe en Nuemea, Nueva Caledonia que lo consagran definitivamente entre los grandes.
Más adelante se consagra campeón mundial dos veces, la primera el 25 de mayo de 1974 ante Benie Briscoe, título del CMB y el 5 de noviembre de 1977 por el CMB y AMB vence por tercera vez a Briscoe y se proclama campeón indiscutido del peso mediano.
Ante el inmenso Carlos Monzón intentó coronarse dos veces sin lograrlo, pero dejando en la memoria de los aficionados de todo el mundo que era uno de los mejores por encima del tercero en la lista.
Pierde dos veces con un boxeador corriente como Hugo Pastor Corro, de eso se dijo que los 32 asaltos ante Briscoe y los 30 ante Monzón marcaron el fin de una carrera llena de éxitos.
Para muchos, Rodrigo Valdés fue el más completo boxeador nacido en estos lares. Todo lo hacía bien sobre el ring.
Paz en su tumba, se fue un deportista que fuera del ring fue tan grande como dentro del ensogado.
Alberto Agámez Berrio
Iimagen: El Tiempo