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El presunto autor de la masacre en una escuela superior de Texas tenía todo planificado.
Dimitrios Pagourtzis pensaba suicidarse después del ataque pero, finalmente, optó por entregarse a la policía. Este joven de 17 años entró el viernes, poco antes de las ocho de la mañana, armado a la Escuela Secundaria Santa Fe (en Texas) y mató a 10 personas, nueve alumnos y un profesor. Hoy permanece bajo custodia en la cárcel del condado de Galveston, donde está detenido por asesinato capital.
Tras el pánico generado, el foco se puso en este estudiante que había publicado en su cuenta de Facebook una serie de pautas que dan a entrever qué cosas pasaban por su cabeza antes de la agresión. Entre ellas, una foto de una remera negra con una leyenda en letras blancas: «Nacido para matar».
Además, se registraron imágenes con símbolos nazis, armas y otras del impermeable que utilizó, con una serie de explicaciones de los símbolos con los que estaba decorado: un martillo que, en los ojos del agresor, significaba la rebelión; la imagen de un sol naciente, las tácticas kamikazes; una cruz de hierro, la valentía y el bafometo, asociado al diablo, le remitía al mal.
Según dio a conocer The New York Times, este estudiante también publicó una obra de arte aparentemente inspirada en el músico electrónico James Kent. La música de este artista, conocido profesionalmente como ‘Perturbator’, fue adoptada por afiliados de grupos neonazis y de la derecha.
Además, destacaron que tenía una gran participación en la comunidad. Estaba en el cuadro de honor, jugó en el equipo de fútbol del colegio y su familia estaba vinculada con la Iglesia Ortodoxa Griega. Según trascendió, el formaba parte de un grupo de danza en esta iglesia.
En general, nadie observaba en él comportamientos extraños sino que lo describían como un joven tranquilo y muy inteligente; aunque Dustin Severin -uno de sus compañeros- comentó que no tenía muchos amigos y que los entrenadores lo hostigaban e insultaban.
Primera hora.com