Racionamiento de luz en Alemania al mejor estilo de America Latina,queriendo castigar a Rusia disparandoles sanciones,se auto disparo Europa alli donde la espalda pierde su nombre
El consumo de cerveza en Alemania se recuperó en el primer semestre del año tras el covid-19, pero la amenaza de un corte del suministro de gas ruso se cierne ahora sobre las cerveceras, que temen un paro de la producción.
«Sin gas, las estanterías de los supermercados se quedarán vacías», advirtió el lunes la federación de cerveceros, que depende en gran medida de este combustible fósil para su producción.
La industria alimentaria es, después de la industria química, el sector que más gas utiliza, sobre todo durante el proceso de malteado, primera etapa de la producción de bebidas alcohólicas.
Tras la drástica caída del consumo durante la crisis sanitaria, la demanda de cerveza ha vuelto a repuntar: los alemanes bebieron 3.600 millones de litros entre enero y junio, un aumento del 6,4% en un año.
Pero las exportaciones cayeron un 19%, lo que supuso un descenso de las ventas del sector del 3,8%, según el Instituto Federal de Estadística Destatis.
Bajan ventas, aumentan los precios
En comparación con 2019, antes del impacto de la pandemia, las cerveceras alemanas vendieron un 5,5% menos en el primer semestre.
«La industria cervecera sigue trabajando en modo crisis», advierte Holger Eichele, presidente de la asociación de cerveceros.
Actualmente es «imposible» sustituir el gas como principal fuente de energía y el alcance del choque energético «aún no puede estimarse», añade.
Varias cervecerías ya han aumentado sus precios en respuesta a los mayores costes de producción, antes de la guerra en Ucrania.
Desde la invasión rusa, los precios de varias materias primas, empezando por los cereales, han vuelto a subir.
Los proveedores de las cervecerías, cuya producción también depende del gas, también están sufriendo, empezando por los fabricantes de botellas de vidrio.
En Múnich se puede comprar cerveza con aceite de cocina
Ante la escasez de alimentos por la guerra, una cervecería lanzó una propuesta diferente: intercambiar cerveza por aceite para cocinar. Hasta ahora ha logrado obtener 230 litros, pero el objetivo dicta que va por más.
La imagen de los estantes de aceite de girasol vacíos en el supermercado se ha vuelto recurrente en días recientes a partir de la guerra en Ucrania. La Cervecería Giesinger ubicada en Múnich, en el sur de Alemania, atraviesa por una situación similar. «En realidad, necesitamos más de lo que recibimos del proveedor», dice el gerente del restaurante, Erik Hoffmann. ¿La solución? Giesinger decidió cambiar cerveza por aceite de cocina.
Desde principios de julio, la gente viene a la cervecería casi todos los días con sed y aceite de cocina, que Hoffmann recibe con gusto. Por cada litro de aceite, los invitados reciben dos medias pintas o una pinta de cerveza.
Una idea divertida
La idea de aceptar aceite como medio de pago fue del jefe de la cervecería Steffen Marx. «No tenía aceite, pero sí cerveza», añade Hoffmann. Entonces, ¿por qué no ofrecer un intercambio? Sin mayor demora, la Cervecería Giesinger lanzó el mensaje en redes sociales, como Facebook, obteniendo un éxito inmediato. «A los clientes les parece divertido que puedan pagar su cerveza con aceite», dice Thomas Doriath, portavoz de Giesinger.
En cambio, para el restaurante, no todo ha sido diversión. Cada semana, los cocineros necesitan unos 300 litros de aceite para preparar schnitzel, patatas u otros alimentos fritos. Las alternativas al aceite de cocina son escasas: «El aceite de oliva no es adecuado», explica Doriath. Si se calienta demasiado, no solo afecta al sabor. Incluso se puede formar una sustancia llamada acroleína, que podría ser cancerígena.
DW