Tovar Vélez indicó que «sin importar quien fue el victimario», no declinará en su lucha «por el progreso de la zona rural».
Jorge Tovar Vélez, hijo de Rodrigo Tovar Pupo, conocido por el alias ‘Jorge 40’, un exparamilitar que reconoció su participación en más de 1.400 delitos, entre ellos 300 masacres, ganó uno de los 16 curules creados por el Acuerdo de Paz para representar a las víctimas del conflicto armado ante el Congreso de Colombia durante el período 2022-2026.
La victoria de Tovar Vélez se produce en medio de la polémica y de las críticas de varios sectores que alegan que el hijo de ‘Jorge 40’ no puede ser considerado como representante de las víctimas del conflicto armado en una de las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz (CTEP), instancias que le dan voz a las zonas más afectadas por el conflicto armado.
«¡Gracias! Ahora, a trabajar unidos por la paz y la reconciliación de Colombia. Llegó el momento de cambiar la historia. Invito a una reunión urgente a mis 15 compañeros electos a la cámara de paz para construir una agenda legislativa a favor de las víctimas y la zona rural», dijo Tovar Vélez, quien fue apoyado por la Asociación Paz es Vida y estará en la Cámara de Representantes de la CTEP número 12, que cubre 13 municipios de los departamentos del Cesar, La Guajira y Magdalena.
Previo a las elecciones de este domingo, el candidato Jesús María Henríquez, que competía contra Tovar, solicitó formalmente al Consejo Nacional Electoral (CNE) la revocatoria de su aspiración, al indicar que es hijo de un victimario y que su postulación significaba «una afrenta a las víctimas y una revictimización de ellas».
Sin embargo, el CNE desestimó la petición al señalar que Tovar Vélez sí podía participar en los comicios debido a que aparece como víctima del conflicto armado por dos desplazamientos forzados, en 2006 y 2015.
«Trabajar por las víctimas»
Tovar Vélez ha dicho en reiteradas ocasiones que sus opositores pretenden colocarlo como un victimario, cuando él es también una víctima del conflicto armado y de los crímenes que cometió su padre. En ese sentido, asegura que «en Colombia no existen los delitos de sangre» y que las responsabilidades de estos «son individuales».
«No voy a parar de trabajar por las víctimas del conflicto, sin importar quién fue el victimario; así como tampoco voy a declinar mi lucha por el progreso de la zona rural», dijo Tovar Vélez en una carta abierta que publicó para el «pueblo colombiano».
En mayo de 2020, Tovar Vélez fue nombrado por el Gobierno de Iván Duque como coordinador del Grupo de Articulación Interna para la Política de Víctimas del Conflicto Armado (GAPV), que depende del Ministerio del Interior, lo que despertó una avalancha de críticas.
¿Quién es ‘Jorge 40’?
Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40, es un paramilitar colombiano, oriundo de Valledupar, que comandó el Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), organización criminal que operaba en los departamentos nororientales de Cesar, Magdalena, La Guajira, Atlántico y Santander.
‘Jorge 40’ es señalado de cometer cientos de delitos, entre asesinatos, masacres y secuestros durante 12 años seguidos en los departamentos mencionados, que han sido víctimas de la guerra interna.
En marzo de 2006 decidió entrar al proceso de desmovilización de paramilitares para luego someterse al proceso de Justicia y Paz, en el que confesó la comisión directa de al menos 600 crímenes y de participar en más de otros 3.500 hechos de violencia cumpliendo órdenes de superiores.
En mayo de 2008 fue extraditado a EE.UU. por el delito de narcotráfico. Tras cumplir una condena de 12 años en ese país, fue deportado en 2020 a Colombia, donde se encuentra privado de libertad y es procesado por casi 1.500 investigaciones penales que lo involucran en masacres, desplazamientos, torturas y desapariciones.
Este exparamilitar es señalado como uno de los principales responsables en el escándalo conocido como «parapolítica», pues habría sido clave en conseguir apoyo de políticos y empresarios para el accionar de las AUC. Además, la Fiscalía decidió excluirlo del llamado proceso de justicia y paz por incumplir sus compromisos judiciales, motivo por el que se enfrenta a la justicia ordinaria.
RT