El 20 de abril de 2010 la plataforma marina de perforación Deepwater Horizon explotó y se prendió fuego en aguas del Golfo de México causando el mayor derrame de crudo en alta mar en la historia de la explotación petrolera.Debido a los enormes daños a los ecosistemas marinos y costeros del desastre, la empresa debió pagar más de 60.000 millones de dólares en EEUU; sin embargo, «en México es otra la historia», indicaron Poder y BuzzFeed News.
En el proceso de investigación se hicieron «pocos estudios», hubo «pruebas ignoradas» y «cancelación de investigaciones», lo que muestra que «el Gobierno mexicano siempre tuvo preferencia por llegar a un acuerdo extrajudicial».
El pago de 25,5 millones de dólares para poner fin a las demandas judiciales se alcanzó en una negociación con la empresa.
«BP primero ofreció 20 millones de dólares y el Gobierno mexicano exigió 50 millones de dólares. El acuerdo fue por la mitad y apenas cinco millones más que la primera oferta de la empresa», dice el reporte.
«Ni el Gobierno ni la empresa hicieron público este acuerdo; una de sus cláusulas indica que las partes deben informarse recíprocamente si van a hacer público su contenido».
En Estados Unidos los pescadores y pequeñas empresas costeras recibieron compensaciones por 10.000 millones de dólares, «ni un solo mexicano afectado recibió un solo peso (…) y el acuerdo firmado con México no prevé una suma específica para los pescadores ni se mencionan en el documento».
«Mexico es un buen negocio para BP», ya que desde 2015 ganó licitaciones para explotar cinco áreas petroleras y tiene 279 estaciones de gasolina en 17 estados.
«La relación entre el Gobierno mexicano y BP es más fuerte que nunca. La empresa tiene planes de abrir 1.500 gasolineras en los próximos cinco años y la inversión fue bien vista por el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell», agrega la investigación.
El derrame de casi cinco millones de barriles de petróleo en el Golfo de México, a 800 kilómetros de la costa, dañó el hábitat natural de la zona, así como sus principales industrias de pesca y turismo, dejando destrucción ambiental a largo plazo y problemas económicos para los dos países.
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