Las comunidades rurales e indígenas son las más afectadas por la violencia en Colombia. En laimagen, mujeres campesinas de Santander, departamento ubicado en el noroeste del país. Foto: Charlotte Kesl/Banco Mundial
Más de 31 millones de personas en todo el mundo fueron desarraigados o forzados a desplazarse dentro de sus propios países en 2016, a causa de conflictos, violencia y desastres naturales, destacó este viernes la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Explicó que muchas de esas personas viven en una situación de impasse por años e incluso décadas.
Un nuevo informe de ese organismo anima a los Estados a tomar medidas para que superen esa situación, además de reducir el riesgo del desplazamiento interno prolongado.
El documento sugiere acciones para que los desplazados internos no tengan que esperar a que un conflicto se resuelva por completo, o acaben las secuelas de un desastre para reconstruir sus vidas.
OCHA subraya que los gobiernos tienen la responsabilidad primordial de hacer frente a este fenómeno y que con la ayuda de la comunidad internacional deben considerar esta cuestión como un verdadero desafío político y de desarrollo.
Colombia, con 7,4 millones de personas; Siria con 6,3 millones, e Irak, con 3,6 millones, son los que tienen las mayores poblaciones de desplazados internos. En total, en 2016,
OCHA explica que las principales causas de esos movimientos de población se deben al conflicto armado y a la violencia relacionada con el control de las economías ilícitas, incluido el tráfico de drogas y la minería ilegal.
La mayor parte de los desplazados internos en Colombia provienen de zonas rurales y se asientan en zonas urbanas y sus inmediaciones.
Centro de Noticias ONU