«Hacia las 7.00 hora Moscú (4.00 GMT), tres buques de la Marina de Guerra de Ucrania realizaron una incursión ilegal en el mar territorial de Rusia, cerrado provisionalmente, lo que constituye una violación de los artículos 19 y 21 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar que reservan a los Estados ribereños el derecho a garantizar la seguridad [de la navegación]», declaró la Dirección de Fronteras del Servicio Federal de Seguridad (FSB) en Crimea.
El comunicado añade que los buques ucranianos avanzan hacia el estrecho de Kerch, donde se requieren los permisos para la navegación y la parada, de conformidad con un cronograma de movimientos y disposición de embarcaciones aprobado por la administración del puerto correspondiente de Rusia.
Inicia el Circo ucraniano
Por su parte, la Marina ucraniana acusó de «provocación» a los guardacostas rusos.
Dos lanchas artilladas y un remolcador, que habían zarpado de Odesa, en la costa del mar Negro, con destino a Mariúpol, en el mar de Azov, sufrieron «una flagrante agresión» por parte de lanchas de la guardia costera rusa.
Uno de los barcos rusos, Don, supuestamente embistió al remolcador, lo que le causó varios daños, en particular en el motor principal y el revestimiento, afirmó el ente en su página de Facebook.
Ucrania, según esta nota, había avisado del paso de sus buques a Rusia en consonancia con las normas internacionales.
La libre navegación en el mar de Azov —mar interior entre Rusia y Ucrania, según un acuerdo bilateral— se complicó después de que guardacostas ucranianos detuvieran en marzo pasado y escoltaran hasta Berdiansk el pesquero ruso Nord con 10 tripulantes a bordo, por su visita a Crimea que para Kiev es «territorio ocupado».
En agosto, las autoridades ucranianas arrestaron otro barco ruso, el Mekhanik Pogodin, anclado en el puerto de Jersón.
Moscú calificó las acciones de Kiev como «terrorismo marítimo» y contestó endureciendo los controles en la zona rusa del mar de Azov, que se conecta con el Negro a través del estrecho de Kerch.
Para Kiev, se trata de inspecciones injustificadas que entorpecen el tránsito de los barcos hacia los puertos de Ucrania y se traducen en demoras con un coste adicional para las navieras.El Departamento de la Guardia Fronteriza de Crimea del Servicio Federal de Seguridad de Rusia sostiene que la inspección de embarcaciones extranjeras se efectúa de conformidad con el derecho del mar internacional y no ha generado denuncias por parte de los propietarios de los barcos.
También la vicecanciller ucraniana Elena Zerkal admitió que los guardacostas rusos no violan las normas durante la inspección de barcos ucranianos en el mar de Azov.
Sputnik Mundo