Una mala alimentación, predisposición genética, influencia hormonal, envejecimiento, enfermedades y el consumo excesivo de alcohol y del cigarrillo, son algunas de los factores que afectan la piel y provocan la aparición de pecas, manchas, arrugas y lunares.
Diferentes investigaciones indican que la sustancia más importante para que este órgano conserve sus propiedades naturales, sobre todo la elasticidad, es el agua. Este líquido es vital en cada una de las funciones del cuerpo, pues permite la refrigeración del organismo y apoya en el proceso bioquímico que se lleva a cabo al interior de cada célula.
“Es muy importante que tanto niños como adultos creen el hábito de hidratar la piel. Los menores y las personas mayores son las más propensas a sufrir de resequedad. Esto se debe, en primer lugar a que en la infancia no existe una suficiente producción de grasa para evitar que el agua se evapore de la dermis. Así mismo, en la tercera edad disminuyen los estímulos hormonales y esto hace que la piel también pierda la habilidad de retener agua”, Aseguró Clara Inés Ortiz, médica dermatóloga adscrita a Colsanitas. No obstante, la principal causa de la deshidratación de la piel está relacionada con la pérdida de los aceites naturales que proveen la protección contra los efectos nocivos del medioambiente como el frío, la contaminación, la radiación ultravioleta, entre otros. Esto altera la barrera protectora y provoca que la piel se vuelva mucho más frágil y vulnerable. Por esta razón, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones para mantener hidratada su piel:
1. Procure no bañarse con agua caliente. Esto puede desgastar los aceites protectores y dejar la piel deshidratada y expuesta a la contaminación del medioambiente, como por ejemplo la polución.
2. Después del baño seque su piel presionando la toalla suavemente y evite frotarla. De este modo, la piel se mantendrá húmeda al momento de aplicar la crema hidrante y esto permitirá que se absorba mejor.
3. No use jabones alcalinos ni detergentes. Para el rostro emplee siempre leche o gel limpiador, según el tipo de piel. El uso excesivo de jabones con solventes lleva a la pérdida de moléculas indispensables para mantener la elasticidad de la piel.
4. Haga uso de un protector solar. Aunque no haya sol, es importante que aplique protector solar todos los días. La exposición repetida y prolongada al sol o las ondas UBV y UVA sin protección, provoca al pasar del tiempo, la aparición de arrugas gruesas y profundas, alteraciones de pigmentación (manchas), pequeños capilares rotos y en los casos más graves, lesiones precancerosas.
5. Tenga una buena alimentación. Procure tener una nutrición balanceada y basada en frutas y verduras, ya que estas ofrecen grandes aportes vitamínicos al organismo. Las dietas drásticas y los trastornos de alimentación, como anorexia y bulimia, tienden a presentar varias alteraciones en la piel por el déficit de nutrientes.
Leonardo García – Director Oficina de Prensa de Colsanitas