LONDRES (Sputnik) — El jefe del Gobierno británico, Boris Johnson, tiene previsto reunir al Comité de Emergencia (COBRA) para coordinar el plan de acción que mitigue el impacto del cierre internacional a pasajeros y vehículos procedentes del Reino Unido.
Francia ha impuesto un veto al cruce de camiones por el Canal de la Mancha desde Calais y otros puertos cruciales de la costa francesa, poniendo en riesgo la provisión de alimentos y otros bienes en el periodo navideño.
«La clave está en resolver esto lo antes posible», declaró a los medios el ministro británico de Transportes, Grant Shapps.
Estados miembros de la Unión Europea y del Báltico, Canadá, India y muchos otros países han vetado temporalmente la entrada de visitantes entre las medidas de precaución contra la nueva variante del COVID-19, que el Gobierno británico identificó públicamente la semana pasada.
El primer ministro indicó el sábado 19 que la cepa tiene un potencial de transmisión superior en un 70% a las variantes anteriores de coronavirus.
Johnson endureció las restricciones en un tercio del país y canceló todas las esencias sociales y de viaje durante las navidades que había confirmado tres días antes.
Los servicios de tren internos no dieron abasto la noche del sábado y al día siguiente comenzó la avalancha humana para salir del Reino Unido antes del cierre de fronteras.
Pero el veto de Francia al transporte de mercancías fue un golpe un tanto inesperado, según sugirió Shapps.
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