La felación es una práctica considerada como un arte, en concreto en el antiguo Egipto, era practicada por algunas de sus mujeres, y no sólo las prostitutas, siendo una de esas mujeres una de las más famosas a lo largo de la historia, ¿te imaginas quién? Seguro que si. Pero no solo era practicada en Egipto, en la Antigua China también era muy famosa e incluso existía un manual que data de hace tres mil años y que contiene explicaciones y consejos sexuales de la época.
Son muchas las mujeres, que a lo largo de toda la historia, han sido consideradas unas expertas en el arte de la felación, ya en el antiguo Egipto era practicada por algunas de sus mujeres, no sólo las prostitutas, y a éstas mujeres se las conocía con el nombre de felatrices, quienes para dar muestra de ello y destacar, pintaban sus labios de una manera especial, así hacían saber su aceptación por este tipo de práctica sexual, e incluso una de las más conocidas fue Cleopatra, cuyo apetito sexual ha sido muy comentado en muchos relatos históricos.
Cleopatra parece que fue una mujer un tanto caprichosa que consiguió conquistar a hombres importantes de la antigua Roma y de la que se comenta que fue capaz de practicarle la felación a miles de hombres, incluyendo a cien romanos en una noche durante el transcurso de una orgía. Por eso los griegos la llamaban “la boquiabierta” o “la boca de los diez mil hombres” y «la de los labios gruesos”.
Ya conocemos que esta caprichosa mujer estaba obsesionada con la eterna juventud y para ello se bañaba con leche de burra, pero si seguimos indagando en la historia quizás encontremos varias razones porque era una gran aficionada a la felación, y ello seguramente se deba a que esta práctica, en ciertas culturas, guarda relación con el elixir de la eterna juventud.
Pero como nos descubren en un libro titulado “Enseñanzas sexuales de la tigresa blanca” de Hsi Lai, que sigue las tradiciones que surgen a partir de una antigua tradición de cortesanas y buscadoras taoístas, el sexo oral era práctica muy popular.
Éste libro se centra en la mujer a partir de las traducciones de las antiguas enseñanzas contenidas en un singular Manual de la Tigresa Blanca, manual que data de hace tres mil años, y que contiene explicaciones sobre cómo absorver la energía sexual masculina, intensificar el orgasmo, recuperar la belleza, recobrar la energía sexual de la juventud e infundir vida a los órganos sexuales.
Las enseñanzas sexuales y espirituales de la Tigresa Blanca permiten refinar la energía sexual ching, la energía vital ki y la conciencia o shen, los Tres Tesoros del Taoísmo. Por vez primera se hacen públicos los casi desaparecidos secretos iniciáticos de la Tigresa Blanca, que le ayudarán a mantenerse bella y joven y a desarrollar al máximo su potencial femenino.
En este libro se describe a las Tigresas Blancas como mujeres de larga melena negra cuyo deseo es mantenerse joven a través de la filosofía contemplativa y el sexo oral. Cuando se estaban formando una de las tareas a realizar consistía en seducir a varios hombres, llamados Dragones Verdes, y “tocar la flauta de Jade” con ellos, es decir, hacerles una felación.
¿Qué beneficios obtenían las tigresas blancas?
Succionar el pene aumenta el riego sanguíneo de la cara, mejorando considerablemente el aspecto del cutis; ingerir el líquido seminal o “las lágrimas de dragón” ayuda a que la mujer recupere su juventud y como remate final las proteínas, vitaminas y minerales que componen el semen lo hacen perfecto para usarlo como mascarilla para la cara o para todo el cuerpo. ¿Se le puede sacar más partido a una felación?
Quién sabe si Cleopatra no conocía ya estos trucos y por ello era tan aficionada al sexo oral. Así que, si ustedes no tenéis ningún problema para realizar esta práctica, os animo a comprobar los efectos atribuidos a la felación.
Además me parece que también son unos buenos argumentos para convencer a alguien de que es una práctica beneficiosa para conservar el cutis joven y, además mucho más barato que las cremas faciales. ¿No te parece?