Aunque siempre me he caracterizado por defender las acciones legales y las entidades que actúan en el marco de la ley y respetando las posiciones de transportadores urbanos y de servicio público individual, entiéndase, taxistas, esta vez quiero opinar sobre un tema específico que tiene que ver con el transporte público, sobre todo con la movilización de aquellos a los que llaman ciudadanos de a pie. Aquellos que no tienen vehículo; aquellos a quienes sus recursos no le alcanzan para tomar taxis todos los días y mucho menos dos o tres veces al día. Señores, voy a hablar en defensa de los llamados taxis colectivos.
Me perdonan los conductores y propietarios de taxis; los conductores y propietarios de los buses urbanos y las autoridades de transporte y movilidad locales y nacionales. En Barranquilla, el taxi colectivo es necesario.
Razones
En una ciudad en la que las autoridades de movilidad suprimieron cientos de rutas de buses para facilitar y casi obligar a los usuarios a utilizar un sistema de transporte masivo llamado Transmetro. En una ciudad en la que su sistema de transporte masivo cubre apenas un 10 o 15 por ciento de la demanda; en donde existen cientos de barrios y sectores por donde no hay cubrimiento de buses ni del dichoso Transmetro y en donde este último sistema no tiene la frecuencia adecuada para que los pasajeros lleguen a su destino en tiempos razonables; en donde los taxistas abusan cobrando tarifas exageradas porque a su vez tienen que pagar una muy alta tarifa al propietario del vehículo; en una ciudad donde pasa todo esto, es necesario, casi obligatorio, que haya taxis colectivos.
El taxi colectivo es la respuesta a la gran demanda de pasajeros que desde las 5:00 de la mañana colma las calles buscando un servicio eficiente y barato. Es la respuesta al mal servicio del sistema de transporte masivo; es una respuesta al pésimo servicio que prestan la mayoría de las rutas de buses urbanos que aún subsisten y es una respuesta a las exageradas tarifas de los conductores de taxis.
El taxi colectivo le permite a un pasajero transportarse cómoda, rápida y económicamente desde la carrera 21 con Cordialidad hasta la calle 72 con carrera 58, por citar un ejemplo, gastando solo 2 mil pesos, evitando empujones, pisotones y las altas velocidades de buses que parecen conducidos por seres desquiciados o energúmenos.
Señores del distrito: El taxi colectivo es necesario; es una alivio para miles de usuarios que están a diario desparramados en las calles de la ciudad, sobre todo en arterias de gran influencia en cuanto a movilidad, como las calles 17, 30, Murillo y 72; la vía La Cordialidad y las carreras 38, y 53, entre otras.
Señores, el taxi colectivo es necesario por lo rápido, oportuno y económico. Obviamente se hace necesario reglamentarlo.
Señores de la Secretaría de Movilidad: este servidor, un usuario del transporte público de esta ciudad les dice, les implora, por favor, no nos quiten los taxis colectivos. Al contrario, permitan que más taxis colectivos presten su servicio y entonces habrá más ciudadanos contentos, satisfechos, produciendo y de buen humor en las calles de la ciudad.
Señores, ‘Viva el taxi colectivo’.
Por GERMAN AGAMEZ