De socios a delatores,así es el fin de estos capos que en sus tiempos de «gloria» en complicidad con autoridades se sentían intocables,pero en Estados Unidos frente a las autoridades dejan ver todas sus debilidades
Con la cara desfigurada por sucesivas operaciones de cirugía estética, y vistiendo chaqueta negra y guantes —porque su delicado estado de salud hace que tenga más frío de lo normal—, Juan Carlos Ramírez Abadía, alias ‘El Chupeta’, el narcotraficante que dirigió durante años el Cartel del Norte del Valle, declaró este jueves en el juicio contra ‘El Chapo’ Guzmán.
Su testimonio, al que ha tenido acceso Associated Press, aclaró en buena medida en qué consistieron sus tratos para la distribución de la mercancía y otros macabros detalles derivados de la gestión de su negocio multimillonario.
La clave de la sintonía entre ‘El Chupeta’ y ‘El Chapo’, según la declaración del primero, estuvo desde el principio basada en la calidad del servicio que el mexicano ofrecía como distribuidor. Rapidez y seguridad eran las principales ventajas.
«Me dijo ‘yo soy el más rápido'», relató Abadía al tribunal de Brooklyn en el que tiene lugar el juicio. Y al parecer, era cierto: el propio testigo declaró haberse sorprendido cuando vio que las primeras 4 toneladas de cocaína que envió a Guzmán en cinco aviones llegaron a Estados Unidos en menos de una semana. La explicación era relativamente sencilla: tal y como ‘El Chapo’ le habría confiado, sus rutas eran las más seguras porque había sobornado a suficientes funcionarios mexicanos.
400 toneladas de cocaína y 150 asesinatos
Abadía contó al tribunal que se inició en el negocio del narcotráfico en la década de los 80. Desde entonces estima haber introducido unos 400.000 kilos de cocaína en EEUU.
Su testimonio incluye el relato de Mencionó cómo asesinó a una persona en 2004 con varios disparos en la cara y en la cabeza, así como sus órdenes de ejecutar a más de 150 personas, algunas de ellas en territorio estadounidense.
‘El Chupeta’, que fue detenido en Brasil en 2007 y extraditado a EE.UU. en 2008, relató que su primera reunión con ‘El Chapo’ tuvo lugar en un hotel, en el que pactaron la cantidad de aviones que se emplearían, las pistas clandestinas disponibles y la tarea de enviar un piloto para que las identificara, entre otros asuntos.
Contaban con la posibilidad de utilizar pistas en los estados mexicanos de Sonora, Durango, Sinaloa y Nayarit. La ubicación de la pista en cada caso determinaría la cantidad de droga a que era posible transportar: «Cuanto más corta era la distancia, más cocaína podía cargar en el avión desde Colombia a México, porque se necesitaba cargar menos combustible; había menos peso en el avión», precisó Abadía.
Por su parte, ‘El Chapo’ Guzmán ha estado detenido en confinamiento solitario desde que fuera extraditado a EE.UU a principios de 2017. En el juicio se declara inocente de la acusación de acumular grandes cantidades de dinero mediante el tráfico de estupefacientes.
En caso de ser declarado culpable, podría ser sentenciado a cadena perpetua. Se estima que el juicio, que se encuentra en su tercera semana, podría durar hasta cuatro meses.
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