El 12 de junio a las 2:00am en el Club Gay Pulse de Orlando Florida Omar Matteen, protagonizó una gran masacre dando como resultado: 49 asesinados y 53 heridos, en un caso de odio racial, al parecer, solo por no aceptar su homosexualidad.
De toda la información que he recabado en el portal, de ese fatídico día, la que más me ha llamado la atención es la desgarradora historia de Brenda Lee Márquez McCool, quien enfrentó distintos retos durante sus 49 años de vida, en los cuales según sus hijos mayores, nos contaron: “Sin importar las circunstancias, las constantes mudanzas, ni siquiera una enfermedad tan fuerte como el cáncer. Su prioridad siempre fuimos nosotros. Nos protegía mucho para que nadie intentara hacernos daño. Éramos sus 11 pollitos, 7 varones y 4 mujeres. Ella era una súper mamá”.
Hija de puertorriqueños nacida en Brooklyn, Nueva York, Márquez es una de las 49 víctimas fatales de este magnicidio. Allí estuvo compartiendo junto a su hijo Isaiah Henderson, de 21 años, cuando Omar Saddiqui Mateen transformó la fiesta en tragedia disparando a matar.
Henderson expresó que sobrevivió, gracias a que al inicio de la balacera su madre le grito: “Al piso hijo” protegiéndolo, acto seguido, con su cuerpo, recibiendo los dos balazos mortales destinados a su hijo y así acabo la vida de Brenda Lee, mujer ejemplar, valiente y luchadora, sobreviviente de cáncer en dos ocasiones, en manos de un enajenado mental.
Solo una madre!