Los precios de los alimentos suben casi a diario en Venezuela, y su costo puede variar entre un comercio y otro, contaron a Sputnik habitantes de la capital, quienes aseguraron que se ven obligados a ir a los supermercados para comprar lo que consumirán en el día.
«Compro casi a diario lo que necesito, y he podido observar cómo cambian los precios a diario, yo compro lo que voy a consumir al día, porque el dinero no me alcanza», dijo a esta agencia en un supermercado del sur de Caracas, Margarita Caldera, de 65 años, quien se dedica a la ganadería.
Caldera destacó que lo único que no ha aumentado es el precio de los servicios básicos, como agua, electricidad o telefonía (contratados a través de empresas estatales), los cuales cuestan menos de un dólar al mes.
Hace una semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un informe con sus predicciones para 2019, y aseguró que en el caso de Venezuela se estima que la inflación podría llegar a 10.000.000 por ciento.
Este anunció generó preocupación entre los venezolanos consultados por Sputnik, quienes manifestaron que les resulta «difícil» imaginar que la situación pueda estar peor de lo que está actualmente.
«Si todo aumenta a diario me pregunto ¿qué más puede pasar?, ¿realmente podemos estar peor?, si esto empeora yo sencillamente no podré comer», apuntó Josefin Mosquela de 60 años, pensionada.
El economista Alexander Guerrero, graduado en la Universidad de Zagreb, explicó a esta agencia que la población está dentro de una vorágine que solo se detendrá a través de un acuerdo político.
«La gente no tiene mecanismos en la cabeza para ir hilvanando lo que se está diciendo, sobre el ritmo de esa hiperinflación que es una vorágine, es como un remolino, que va tragando; ese movimiento es creciente y físicamente no tiene fin, sino a través de un acuerdo político», observó.
Por su parte, para el economista y constituyente David Paravisini, el análisis del FMI, «solo busca perturbar a la población» y opinó que se hace sin tomar en cuenta el plan de Recuperación Económica que puso en funcionamiento el pasado 20 de agosto el presidente Nicolás Maduro.
«Digamos que en este momento lo que podemos ver es que se están haciendo análisis económicos con fotografías de todo este plan económico que tiene el presidente Nicolás Maduro que todavía no se ha puesto todo en aplicación», apuntó.
PRECIOS POR 72 HORAS
Héctor Romero de 59 años, tiene una empresa dedicada a la fumigación y expuso a Sputnik que adquiere productos químicos importados para su trabajo, y que cada vez que debe reponer mercancía se enfrenta al incremento de precios.
«Todo aumenta, esto es terrible, no tiene precedentes, cuando pienso en lo que publicó el FMI solo siento tristeza por mi familia, porque creo que solo se vislumbra caos», dijo.
Además, contó que los productos de fumigación cambian de precio cada 72 horas.
«Me dan un presupuesto y solo tengo 72 horas para pagar; si demoro más, aumenta», agregó.
En las últimas semanas los precios de algunos productos que se comercializan de forma ilegal en dólares, debido a que en el país existe desde el año 2003 un control cambiario, han comenzado aumentar, y al respecto el economista Alexander Guerrero señaló que no se debe a que exista inflación en dólares.
«No se trata de que una inflación del dólar, sino que el bolívar (moneda local) pierde el valor en dólares, y la gente paga una prima para poder tener acceso al dólar, va al mercado y vas a comprar en dólares y quien te está vendiendo en dólares te está cobrando la prima, porque tampoco puedes hacer transferencias bancarias fácilmente y todo eso tiene un costo final», explicó.
MÁS TRABAJO MENOS DINERO
Darwing Yanez, de 32 años es mototaxista y mensajero, contó a esta agencia que debido al alto costo de los alimentos se vio en la obligación de buscar un segundo trabajo, lo que, explicó, no se traduce en mayor poder adquisitivo.
«Esto es demasiado fuerte, yo este año tuve que buscar otro trabajo, no podíamos ni comprar comida, tengo dos hijas, y a pesar de que trabajo cerca de 15 horas al día, ahora me resulta difícil comprarles hasta un cuaderno para el colegio», acotó.
El pasado 17 de agosto el presidente Maduro anunció un aumento salarial de 3.464 por ciento, y un venezolano pasó a ganar 1.800 bolívares, equivalente en ese momento en el mercado oficial y paralelo (igualados ese día por el Gobierno) a 30 dólares.
Sin embargo, en ese momento el presidente Maduro señaló que un dólar equivaldría a 60 bolívares, y en los últimos dos meses pasó a 62,88; mientras, en el mercado paralelo caso se triplicó y cerró el lunes en 160 bolívares.
Ante este incremento del dólar paralelo, por el cual se rigen la mayoría de los comerciantes para la fijación de precios no regulados, el salario mínimo pasó, en dos meses, de 30 dólares a 11,25 dólares.
Durante el recorrido que realizó esta agencia por supermercados de la capital, Pedro Ruiz, un auditor contable de 76 años, compró un kilo de arroz, dos chuletas de cerdo, un pimiento (morrón), y dos cebollas y gastó 860 bolívares, casi la mitad del salario mínimo que percibe cada mes.
«En agosto todo aumentó demasiado, y eso pasa porque no hay producción, y por más que aumenten los salarios todo cuesta cada vez más, los egresos son superiores a los ingresos», dijo.
Solo en el mes de septiembre, la inflación cerró en 233,3 por ciento según la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) de mayoría opositora.
Ante esta situación, Paravisini señaló que se debe esperar el resultado de las propuestas económicas del Gobierno.
«El presidente lo ha dicho: que hay que hacerle correcciones y ajustes y eso es lo que estanos pendientes de ver, pero debemos esperar la evolución, los resultados, sin olvidar que estamos en medio de una guerra económica», aseveró.
Por su parte, Guerrero destacó que la única vía para que se revierta la situación económica actual es aplicar una reforma fiscal y monetaria, que, sostuvo, traería como consecuencia un proceso de privatización de los activos que están en manos del Estado, los cuales, a su entender, están en quiebra.
(Sputnik)
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