Cuándo una élite corrupta gobierna un país,las multinacionales violan todos los derechos de los trabajadores
«No hemos recibido nuestros últimos tres meses de salario, ni nuestros bonos de antigüedad. La fábrica cerró de la noche a la mañana», aseguran los trabajadores.
Algunos clientes de las tiendas de ropa Zara en Estambul (Turquía) encontraron mensajes inusuales en las etiquetas de las prendas que se disponían a adquirir. De acuerdo con el diario francés Libération, se trata de una iniciativa tomada por varios de sus trabajadores para denunciar las precarias condiciones laborales y los bajos salarios.
«Yo hice el artículo que está a punto de comprar, pero no me pagaron por él», dice uno de los mensajes dejados por los trabajadores de Bravo Tekstil, una de las fabricas subcontratistas de la cadena española.
De acuerdo con la publicación, un total de155 empleados formaban parte del personal que confeccionaba ropa para las marcas Zara, Next y Mango, pero en julio de 2016 la fábrica fue cerrada tras la «desaparición inesperada» de su propietario.
«No hemos recibido nuestros últimos tres meses de salario, ni nuestros bonos de antigüedad. La fábrica cerró de la noche a la mañana», se lamentan en las etiquetas los trabajadores, que de esa forma instan a los compradores a pedirle a Zara que les pague.
El grupo Inditex, propietario de Zara, prometió inicialmente tomar medidas al respecto y crear un fondo de ayuda, pero finalmente no se concretó nada. En septiembre de 2017, exempleados de Bravo Tekstil crearon una petición en el sitio Change.org, para reclamar sus derechos.
La revista ‘Fast Company’ asegura que las notas fueron cosidas a las etiquetas cuando la ropa ya estaba en las tiendas de Estambul, y que se trata de empleados turcos insatisfechos que no trabajan en la fábrica desde hace más de un año