La posible reapertura del Centro ruso de inteligencia radioelectrónica de Lourdes, en Cuba, genera preocupación entre algunos medios occidentales.
El medio británico Daily Star, que publicó un artículo sobre el tema aludiendo a una posible «Tercera Guerra Mundial», fue uno de los que dieron la voz de alarma. El periódico afirma, citando a la Jamestown Foundation —que se creó para apoyar a los desertores soviéticos— que este podría ser solo el comienzo.
El artículo señala que Rusia podría establecer más bases en Cuba, lo cual se enmarcaría en el contexto del refuerzo de relaciones que está ocurriendo entre Moscú y La Habana.
«Si el líder del Kremlin decidiera establecer bases adicionales en Cuba, como algunos comentaristas rusos están sugiriendo, eso sería un asunto completamente diferente, especialmente si tiene éxito en este objetivo», afirma el artículo.
Así, durante su visita a Rusia a principios de noviembre, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, dijo que quisiera dar «un nuevo impulso» a las relaciones bilaterales entre los dos países.
A partir de ahí se especuló con que Rusia podría volver a abrir el centro de Lourdes, que fue clausurado en 2002, y crear incluso nuevas bases militares, indicaron al medio los analistas de la Jamestown Foundation.
El medio destacó que, aparte de la visita del mandatario cubano a Moscú, uno de los catalizadores de la actividad rusa en Cuba podría ser la salida de EEUU del Tratado INF anunciada por Donald Trump.
Respuesta de Rusia
El Ministerio de Exteriores de Rusia calificó de «ficción» estos informes mediáticos.
«No comentamos algo que es pura ficción», señaló a Sputnik el director del Departamento de América Latina de la Cancillería rusa, Alexandr Schetinin.
El 21 de octubre pasado, el presidente de EEUU, Donald Trump, declaró que su país abandonaría el Tratado INF alegando violaciones del acuerdo por parte de Rusia.
El Tratado INF, firmado por Washington y Moscú en 1987, no tiene fecha de caducidad y prohíbe a las partes disponer de misiles balísticos terrestres o misiles de crucero con un radio de acción de entre los 500 y los 5.500 kilómetros.
Rusia y EEUU se han acusado mutuamente en varias ocasiones de desarrollar sistemas que violan este pacto. Sin embargo, el propio presidente ruso, Vladímir Putin, dejó claro en su mensaje anual ante la Asamblea Federal (Parlamento bicameral), en marzo de 2018, que todas las innovaciones militares de Rusia tienen un perfil netamente defensivo.
«Sin duda alguna, tales instalaciones, a una proximidad inmediata de nuestros ‘colegas’, como se suele decir hoy en día, de seguro que nos vendrían bien», expresó Shamánov.
Sputnik Mundo