MOSCÚ (Sputnik) — La comunidad sanitaria china se pronunció en contra del uso de la vacuna de Pfizer en los adultos mayores ante los 23 fallecimientos ocurridos tras la aplicación del fármaco en Noruega, comunicó el periódico Global Times.
«Los expertos sanitarios chinos llamaron a Noruega y a otros países a suspender el uso de las vacunas anti-COVID basadas en ARN y producidas por las compañías como Pfizer, sobre todo, en los mayores debido a las incertidumbres acerca de la seguridad, tras la muerte de 23 personas mayores de Noruega que recibieron la vacuna», informó el medio.
Los especialistas sostienen que dicha vacuna se elaboró de prisa y su seguridad del uso a gran escala no fue confirmada.
El 14 de enero la Agencia Noruega de Medicamentos declaró que estaba investigando las causas que provocaron la muerte de 23 personas tras haberse vacunado con el fármaco de Pfizer contra el coronavirus.
Hasta la fecha las autoridades sanitarias estudiaron 13 casos y apuntaron que estas personas eran adultos mayores de salud precaria, por lo que su muerte podría estar relacionada con efectos secundarios normalmente leves de la vacuna.
En este sentido, el Instituto Noruego de Salud Pública cambió ligeramente las recomendaciones para la vacunación de pacientes de edad avanzada.
Especialistas alemanes estudian casos de muerte de 10 personas tras vacunación
BERLÍN (Sputnik) — Los especialistas del Instituto Paul Ehrlich están estudiando los casos de muerte de diez personas después de la vacunación contra el coronavirus, afirmó la jefa del departamento de seguridad de medicamentos y fármacos del Instituto, Brigitte Keller-Stanislawski.
El 27 de diciembre en Alemania comenzó la vacunación contra el coronavirus con la vacuna Pfizer/BioNTech. En primer lugar se vacuna a las personas mayores de edad, residentes y empleados de casas de ancianos. Para el jueves 14, 842.000 personas recibieron la primera inyección.
Hasta ayer había nueve casos, ahora tenemos que esperar noticias de Baja Sajonia (supuestamente sobre un nuevo caso), entonces serán diez; se trata de pacientes muy graves, con numerosas enfermedades que se encontraban en tratamiento paliativo (…) Ya he dicho que estamos estudiando estos casos (…) En la base de los datos que hay para hoy, nos basamos en que fallecieron de enfermedades que padecían que coincidieron en aquel momento con la vacunación», afirmó Keller-Stanislawski a la prensa.
Los fallecidos tenían entre 79 y 93 años, todos tenían enfermedades graves anteriores.
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