Congreso de EEUU aprueba ley para demandar a Arabia Saudí por 11-S. Esta decisión es una muestra de la indiferencia de EEUU para con sus ciudadanos, señaló el analista político iraní Mosib Naimi. En su opinión, «los mismos norteamericanos saben perfectamente que detrás de los atentados del 11 de septiembre de 2001 se encuentra Arabia Saudí». Por esta razón, EEUU está mostrando su indiferencia hacia su ciudadanía al no permitirle conseguir al menos algo de justicia con esta ley. El experto recalcó que Irán no tuvo absolutamente nada que ver con la tragedia del 11S y que cualquier intento de relacionar al país con este asunto no tiene un fundamento sólido. Las acusaciones de EEUU con respecto a Irán no tienen validez jurídica. Según Naimi, «existen testigos y personas responsables por la investigación que saben perfectamente que detrás de este acto terrorista se encuentran ciudadanos de Arabia Saudí o agentes reclutados por ese país». «De cualquier forma, las estratagemas norteamericanas pueden ser entendidas como la falta de una política clara y honesta por parte de EEUU. El Gobierno de ese país está listo incluso a llegar a un arreglo [con Arabia Saudí], sin atender a los derechos de sus ciudadanos».explica el analista en este sentido, Naimi destaca la presión significativa que ejerce EEUU sobre el Reino saudí «a causa de los petrodólares, los beneficios financieros, las misiones políticas, la normalización de las relaciones y el acercamiento a Israel». Lo anterior, opina el politólogo, puede ser la razón por la que el presidente Obama tomó esta decisión con respecto a Riad. Lea también: El fallo del tribunal de EEUU sobre el 11S contra Irán: «una broma macabra» Sin embargo, dice para finalizar el experto, «la tragedia del 11S fue una excusa y un juego para justificar la intervención militar de EEUU en la región, más exactamente en Afganistán. Después de que EEUU perdiera la batalla, ha intentado por todos los medios revivir ese ‘viejo expediente’. Pero lo importante es que todos en el mundo, incluyendo los agentes de inteligencia, saben la verdad sobre ese expediente. Por eso, creo yo, al vetar el proyecto del Congreso, el presidente de EEUU damnificó en primer lugar su imagen y su propia política»,