Un revolucionario proyecto de educación sexual resultó en la eliminación de los embarazos adolescentes en un colegio de Bogotá que registraba un promedio de 70 casos al año. Sputnik conversó con el autor de la propuesta, premiado en Colombia por su iniciativa.
El entusiasmo de ese profesor se siente en la voz. Galardonado como el mejor maestro de Colombia en 2017, Luis Miguel Bermúdez recibió el premio de manos del presidente Juan Manuel Santos. El reconocimiento se dio por una hazaña en un colegio público al noroeste de Bogotá: desde una perspectiva de derechos humanos, el docente introdujo la educación sexual al programa académico y, al cabo de casi cuatro años, la incidencia anual de embarazo adolescente en la institución se redujo de 70 casos a cero.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Demografía y Salud de Colombia, el 31% de las mujeres entre 20 y 24 años «tuvo su primera relación sexual antes de los 15 años» y prácticamente una en cada cinco jóvenes de 15 a 19 años (un 17%) «ya es madre o está embarazada del primer hijo». Además, el 14% de las adolescentes de 13 a 19 años estuvo «alguna vez embarazada». Según Unicef, un tercio de los embarazos registrados en América Latina se dan en menores de 18 años.
El colegio Gerardo Paredes de Suba, donde Bermúdez es docente, vivía una realidad alarmante: cerca de 70 alumnas quedaban embarazadas por año. Por iniciativa del profesor de ciencias sociales, la institución incluyó la educación sexual a su currículum académico de formación permanente, como la matemática u otra disciplina, y no como talleres puntuales cada tanto con algún profesional invitado.
La escuela pasó a derivar a los alumnos interesados directamente a consultas médicas gratuitas que les permitieran cuidar su salud sexual y aprender a utilizar los métodos contraceptivos con los debidos profesionales. Para el docente, el actual sistema de salud crea barreras a los jóvenes que quieren cuidarse al exigir que un menor de edad concurra a una cita médica acompañado de sus padres.
«Hay que entender que el embarazo en ese contexto adolescente no es fruto solo de las hormonas, sino de un inmenso analfabetismo sexual», concluyó.