Definitivamente el esperado combate del ucraniano, Vasyl Lomachenco y el neoyorkino, de origen hondureño, Teofimo López, resultó una pelea para el olvido por lo que hicieron sobre el entarimado, sobre todo en los siete primeros asaltos, en donde, Loma, se dedicó a especular y dejó que el pez se llevara la cuerda tan lejos que después no hubo manera de pescarlo.
Al final unos jueces “despalomados”, dieron un veredicto que empañó aún más la jornada. Julie Lederman le dio a Teofimo una ventaja de 10 puntos en su tarjeta, marcando solamente el asalto 11 a favor de Lomachenko, más bien como un acto de misericordia con el ucraniano.
Si bien es cierto que Teofimo no perdió la pelea, es menos cierto que la haya ganado por tan amplio margen, dejando en el imaginario boxístico que había predisposición de despojar de sus títulos al amplio favorito Lomachenko. No es verdad que estuvieran dispuestos a favorecer al hondureño, pero tal vez, ante la dejadez de su rival, no miraron que después del asalto 7, la iniciativa y quien llevó el mando de las acciones, fue el ucraniano.
Ojalá estos errores no se presenten nuevamente en el boxeo, ya que se regresa de una crisis en todos los estamentos de la humanidad, por tanto, cualquier acción equivocada podría hacerle daño a un deporte que tiene a miles de personas esperando para darle un zarpazo.