El presidente chino, Xi Jinping, visitó este lunes 23 de agosto Saihanba, un sitio conocido por sus exitosos esfuerzos de forestación y situado en la provincia de Hebei, en el norte de China. En este lugar, Xi elogió el «Espíritu de Saihanba».
Saihanba es el bosque artificial más grande del mundo. Se trata de una barrera de 750 kilómetros cuadrados, a la que muchos lugareños llaman un milagro verde, porque hace medio siglo, el área fue una vez un páramo yermo.
Con 92.000 hectáreas, Saihanba es el bosque más grande de China. Su límite norte limita con el extremo sur de la región autónoma de Mongolia Interior.
«Saihanba» es una combinación de chino y mongol. Significa «hermosas tierras altas».
El presidente Xi visitó la granja forestal de Saihanba el lunes 23 de agosto. Aprendió sobre la gestión y protección de la granja y elogió la perseverancia y dedicación de los guardabosques.
Una vez fue un retiro real, pero la región se convirtió en un desierto al final de la dinastía Qing debido principalmente a la deforestación, los incendios forestales y la guerra constante en la región. Las cosas empezaron a cambiar para mejor hace cinco décadas. Una forma de saberlo es ver la tasa de cobertura forestal. Ha aumentado del 10 por ciento en la década de 1960 al 80 por ciento en la actualidad.
Según expertos, este mar verde está salvando a la capital china de la desertificación. Pero de un solo árbol a un bosque, ¿cómo sucedió este milagro? La respuesta está en el espíritu de Saihanba.
En la década de 1960, la primera generación de guardabosques vino aquí para comenzar la granja y las generaciones que han seguido sus pasos están aquí para protegerla. Se han establecido nueve torres de vigilancia del bosque. Observar el bosque en caso de incendio es la responsabilidad de guardianes como Liu Jun.
“Cuando el presidente Xi estaba inspeccionando la torre de vigilancia, preguntó sobre la prevención de incendios y dijo que es primordial para un bosque enorme como este. Le dije que era mi trabajo vigilar el bosque de cerca y dar informes cada 15 minutos durante el día y cada dos horas durante la noche «, dijo Liu Jun.
Son estos esfuerzos incansables los que han convertido esta tierra una vez yerma en un área maravillosa. Los guardabosques no vinieron aquí por honor o elogios, sino por responsabilidad. Y eligieron quedarse.
Como dice un viejo refrán chino, «una generación planta los árboles y otra disfruta de la sombra». El presidente Xi dijo que Saihanba se ha convertido en un símbolo del espíritu chino de dedicación y en un vívido ejemplo de protección ecológica.
Al hablar con los silvicultores, el presidente Xi dijo que China necesita promover este tipo de espíritu para desarrollar mejor el país y la economía verde. Hizo un llamado a la gente de Saihanba para que redoble sus esfuerzos y lleve adelante la reforestación.
Desde el lago Qinghai hasta Linzhi, desde la montaña Wuyi hasta Saihanba, un tema importante en las giras de inspección del presidente Xi este año es la protección ecológica. Esto demuestra que China está plenamente comprometida con el avance de una economía ecológica y con bajas emisiones de carbono.
A principios de febrero, China publicó directrices que pedían más esfuerzos para acelerar la mejora ecológica de la infraestructura, promover la tecnología ecológica y mejorar las leyes y regulaciones pertinentes. En junio, se emitieron más pautas, instando a poner más esfuerzos para cultivar más árboles y pasto para mejorar la estabilidad del ecosistema. El país se ha fijado el objetivo de alcanzar el pico de emisiones de carbono alrededor de 2030 y la neutralidad de carbono para 2060.
Como ha dicho el presidente Xi, las aguas lúcidas y las montañas frondosas son recursos invaluables. China se está centrando enormemente en este tipo de desarrollo. Se ha despedido de las viejas formas de expansión económica, que asestaron un duro golpe al medio ambiente. En cambio, ahora enfatiza el desarrollo de alta calidad, con el fin de proteger nuestra Tierra para las generaciones futuras.
