En una época en la que la sexualidad se vive con mayor naturalidad, en la que tener relaciones sexuales no se ve exclusivo de quienes cuentan con una relación de pareja formal, la posibilidad de contar con un mejor amigo o amiga para satisfacer el apetito sexual teniendo un compromiso formal con otra persona resulta una alternativa conveniente placentera.
Por un lado, suena atractiva la idea de tener intimidad presión de una relación de pareja exclusiva. Por otro lado es agradable tener un compañero/a sexual sin romper nuestros compromisos la clave,no dar ni pedir explicaciones solo disfrutar el momento del encuentro ya sea planeado,por casualidad,no importa solo disfrutalo.
No existe el “riesgo” de que uno de los dos se enamore y comience a abrumar a la otra parte con las exigencias típicas de quien vive un romance formal. Entonces, es una opción ventajosa se puede seguir siendo sólo amigos después del sexo.
Cabe señalar que a esta práctica se le conoce como tener “amigos con privilegios”. En inglés se le llama “fuck buddy” o “sex partner”. “Es un fenómeno que se ha popularizado en la historia reciente”, comenta la doctora Carmen G. Valcárcel, experta en sexualidad humana. Y añade que esta modalidad “depende mucho de las experiencias, expectativas y evolución de la relación de amistad” de los implicados.
Tambien estas relaciones como lo dice su nombre, se refiere a “parejas de amigos que no tienen otras parejas sexuales o tienen prácticas sexuales específicas, y comparten teniendo unicamente relaciones sexuales”.donde solo importa el sexo.
¿Tener sexo con amigos todo sigue igual?
“Aun cuando se digan amigos, esa amistad no será igual”, responden con énfasis algunos doctores. A su vez, explican que “eso no significa que se dañará la relación de amistad; simplemente que ya no son sólo amigos, sino amantes”.
¿Quienes Practican mas este tipo de relaciones?
Por lo general, es una dinámica más común entre jóvenes. “Muchos posponen el matrimonio hasta completar estudios y/o realizar metas personales, y entienden que es un arreglo conveniente donde no tienen la responsabilidad de cumplir/mantener una relación a largo plazo y tienen gratificación sexual de una persona”, menciona en detalle los doctores, haciendo referencia a las varias razones que dan origen a esta práctica en muchas personas.
Otro grupo predominante es el de personas divorciadas que no tienen otras relaciones en el momento. Hay que recordar que en estas relaciones no hay infidelidad porque son personas que no tienen compromisos.
No existen garantías
Entre quienes confiesan preferir los amigos con privilegios hay un grupo que señala que es una práctica más agradable en comparación con tener relaciones sexuales ocasionales con un extraño.
“La conveniencia que muchos encuentran radica en el falso sentido de confianza de conocer ‘todo’ sobre esa otra persona que ha sido amiga/o versus un/a desconocido/a”, responde la doctora. Sin embargo, aclara que “la realidad es que la honestidad sobre los temas sexuales muchas veces no existe, aun entre amigos, debido a los mitos y prejuicios que tenemos sobre la sexualidad”.
Al igual que puede suceder con compañeros sexuales con quienes se tiene una relación de pareja estable, con un amigo pudiera ocurrir que se oculte “información de encuentros sexuales previos”.
Además, se pudiera caer en el error de pensar que “no es necesario el uso de protección cuando” se trata de una medida que “es particularmente importante en relaciones sexuales no monógamas”.
Sentimientos en juego
En este tipo de acuerdo, por más que ambos aseguren que sólo se trata de satisfacer sus deseos carnales, y nada más, lo cierto es que no existe garantía alguna para las partes de que la relación terminará involucrando sus sentimientos más allá de un cariño de amistad. “Definitivamente, se podrían enamorar”, comenta enfática Valcárcel.
Por otro lado, en ocasiones pasa que “muchas de las personas que se involucran en este tipo de relación, secretamente piensan que compartir la relación sexual será lo que formalizará el vínculo que lleve a una relación de pareja tradicional”.
La doctora recalca la importancia de analizar en detalle los beneficios y consecuencias de aceptar involucrarse en una relación de “amigos con privilegios”.
“Si la persona entiende que tiene y/o necesita tener un vínculo afectivo para tener una relación sexual, esta práctica, definitivamente, no es algo que debe arriesgarse a practicar”, advierte.
“Una vez comienza, muchas veces una de las personas se involucra sentimentalmente y surge la confusa situación de si se rompe la relación y se pierde la amistad; o si se sigue la relación, ocultando los sentimientos reales”.
Además, la doctora invita a reflexionar sobre el hecho de que “la mayoría de las personas que tienen una buena amistad y madurez, entienden que tener relaciones sexuales, tarde o temprano, deteriorará la calidad de la amistad”.
Las condiciones
Por lo general, el acuerdo entre ambas partes suele ser como sigue:
- La relación sexual será sólo de gratificación o alivio físico para el deseo o impulso sexual.
- Puesto que no se trata de una relación de exclusividad, no debe haber exigencias ni compromisos.
- Una vez uno de los dos se involucre en una relación de pareja -con otro compañero, por supuesto-, el otro no saboteará la misma ni actuará con celos ni reclamos.
Antes de acceder
– Ten presente que esta práctica “por definición está reservada para personas sin compromisos ni relaciones actuales”, comenta la doctora.
– Deben discutir en detalle la idea de comenzar este tipo de relación; las posibles consecuencias y qué hacer en caso de que las cosas no salgan como esperadas.
– Sé honesto contigo. ¿Te enamoras con facilidad? ¿Sientes una fuerte atracción por ese/a amigo/a? Considera no comenzar este tipo de aventura si existe algún interés romántico en esa persona.
El Diario